En la entrada anterior les conté sobre este Road trip de 6 días por Andalucía que comenzó en Sevilla.
El domingo dejamos el hotel temprano y fuimos caminando a la estación de Santa Justa para recoger el auto que Pau había reservado en Budget desde Argentina.
Si bien había bastante gente en el mostrador, el trámite fue rápido y nos dieron un Kia Xceed que nos acompañaría los siguientes días.
Bienvenidos al recorrido de 3 días por la costa de la luz!
Jerez de la Frontera
Desde Sevilla y tras una hora de ruta, hicimos una primera parada en Jerez de la Frontera para almorzar y visitar brevemente su casco histórico.
Sólo pudimos ver el Alcázar desde afuera porque estaba cerrado por un evento privado.
Picamos algo en Bar Juanito y yo aproveché para tomar vermut de Jerezque es el que más me gusta a mi porque suele ser más fuerte (se hace en base a olorosos y amontillados, lo que le da más intensidad)
Conil de la Frontera
Después de la comida retomamos la ruta hasta llegar al Hotel Diufain en Conil de la Frontera.
Habíamos optado por este hotel porque se encuentra muy cerca de la playa y de la ruta que conecta los distintos pueblos gaditanos. Además los alojamientos son mucho más económicos que en Cadiz y es más simple entrar y salir del pueblo con el coche.
No podríamos haber elegido mejor. El complejo es muy amplio, tiene cafetería, piscina, patio, estacionamiento y las habitaciones son pequeños departamentos con terraza propia y cocina. Ideal para una estancia de algunos días.
Dejamos todas las cosas en el depto, cargamos el mate y salimos para la playa de la Fontanilla. Se puede llegar perfectamente caminando, pero como nosotras pensabamos ir al supermercado después, fuimos en coche.
Las playas son muy extensas y tranquilas. Mientras tomábamos mate, planeábamos lo que haríamos los siguientes días.
A mi se me ocurrió abrir Google maps para revisar las cosas que tenía marcadas y me doy cuenta que estábamos a escasos metros de un restaurant al que queríamos ir para darnos un gustito.
Ahi mismo se encontraba La Fontanilla, un restaurant que fue reconocido como uno de los mejores sitios de Andalucía para comer en la playa.
Primero pensamos en ir a reservar para el día siguiente, pero después, viendo el inminente atardecer decidimos preguntar si había sitio para cenar en ese mismo momento.
Una vez más la improvisación nos salió bien. Conseguimos una mesa con vista a la playa y tuvimos lo que, para mi, fue la mejor comida del viaje.
Al entrar, nos sirvieron una tapa de papas con oliva y cebolla. Pedimos zamburiñas, pulpo a la gallega y corvina con espárragos y gambas. Para tomar, Barbadillo, el vino blanco de la zona. En la web del restaurante pueden ver la carta con precios.
Todo fue una experiencia increíble: la comida, la atención, el lugar y ese atardecer de cuentos. Por algo a Cadiz y sus alrededores la llaman Costa de la Luz.
Para cerrar la noche, fuimos hasta el casco antiguo de Conil que es precioso. Es un típico pueblo marinero de construcciones blancas y callecitas intrincadas. Me hizo acordar un poco a Altea.
Dimos una vuelta, tomamos un helado y compramos algunas cosas para el desayuno en un mercado.
Día 4: Cádiz
Lunes. Después de desayunar en la terraza del departamento tomamos el coche y nos dirigimos rumbo a Cadiz. Sólo 40 minutos de ruta separan Conil con esta ciudad portuaria.
Cadiz es la ciudad más antigua de occidente, fundada por los fenicios en el año 1100 a.C. La llamaron Gadir, que significa «recinto cerrado».
Geográficamente se encuentra en un tómbolo: una isla unida al continente por un istmo muy fino.
Como queríamos ir primero a la playa, decidimos aparcar el coche al sur, lejos del casco antiguo, donde hay más chances de encontrar parking en la calle.
Por suerte, encontramos sitio muy cerca de Playa de la Victoria y hacia ahí nos dirigimos para disfrutar de la mañana.
Al igual que el día anterior, la playa es muy amplia y de arena bastante fina. Esta en particular estaba rodeada de edificios y comercios. Es decir, es una playa urbana.
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Investigando un poco después nos enteramos que las playas más agrestes se encuentran fuera de Cadiz, hacia el poblado de Sancti Petri.
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Estuvimos un buen rato en la playa, el calor era tan intenso que hasta nos bañamos a pesar de que el agua del mar estaba fría.
Un poco de sol, mates y un bocadillo improvisado (compramos una ración de jamón en un chiringuito de playa) y seguimos camino hasta la parte norte.
Al llegar al casco viejo dimos muchas MUCHAS vueltas para encontrar estacionamiento. Las calles son súper angostas y en algunas ocasiones Pau (la conductora del team) tuvo que hacer muchas maniobras para pasar.
Finalmente optamos por aparcar en Interparking Canalejas. Y aquí les dejo un tip: descargando la app de Interparking y asociando la matrícula del vehículo a una tarjeta de crédito, tienen tarifa reducida en todos los parkings de la marca.
Nosotras pagamos sólo 5 euros por la estadía de 8 hs.
Sinceramente perdimos la noción del tiempo recorriendo las callecitas. Aún me sigue impresionando encontrar arquitectura tan diversa en España dentro de una misma zona.
En el caso puntual de Cadiz, al ser una porción tan pequeña de tierra, los distintos pueblos que la habitaron (fenicios, godos, musulmanes, cristianos) fueron construyendo unos sobre otros por lo que es difícil encontrar rastros de las civilizaciones más antiguas, como sucede en otras ciudades.
Aquí prevalece la arquitectura de la España colonialista. Por eso por momentos parece que estuviésemos en algún lugar del caribe latinoamericano. Cuba sos vos? 🙂
Cuando nos quisimos dar cuenta, eran las 16 y aún no habíamos comido.
Teníamos algunos datos, pero por desgracia la mayoría ya tenía la cocina cerrada hasta la noche.
Encontramos sitio en un bar, en la tradicional Plaza de las Flores. Comimos un plato de fritos mixtos y (obviamente) ensaladilla. Estuvo bastante bien.
A estas alturas creo que se darán cuenta que si bien no todos los lugares donde comimos me emocionan al punto de recomendárselos, nunca tuvimos malas experiencias. Creo que prestando atención a algunas reseñas de Google y confiando en la intuición se puede pasar un buen rato en cualquier parte.
La tarde transcurrió recorriendo la ciudad, sacando fotos y haciendo un poco de shopping.
Al caer la nochecita nos sentamos a cenar en El Aljibe que tenía una mesa disponible en la terraza y había un guitarrista tocando en vivo.
La elección fue más que acertada! Comimos riquísimo!
Día 5: Vejer de la Frontera
Para nuestro tercer día en costa gaditana planificamos recorrer con el auto rumbo sur. Salimos después de desayunar hacia Vejer de la Frontera, un pueblo blanco que se encuentra a 20 minutos en coche de Conil, sobre la colina.
Qué maravilla de pueblo! Por algo aparece en infinidad de blogs como el más lindo de Andalucía. Sinceramente la mejor recomendación que puedo darles es: vayan, caminen y piérdanse.
Callecitas que suben y bajan. Miradores que te toman desprevenida. Casitas blancas impolutas.
Como buena friki del diseño, me alegró ver que todas (todas) las tiendas tienen marquesinas que respetan la armonía del entorno. Desde el que vende kebabs hasta la peluquería tienen carteles sencillos que combinan con el espíritu mediterráneo del pueblo. Esos detalles urbanos me enamoran.
Entramos a conocer el Mercado de San Francisco, un mercado gastronómico pequeño y encantador. La mayoría de los locales estaban cerrados (era temprano), pero pudimos comprar unas uvas en la frutería.
Antes de volver a la ruta pasamos por el supermercado para comprar algunas cosas para el picnic de playa que teníamos previsto para el almuerzo.
Playa de Bolonia
Llegamos a esta playa por recomendación del conductor del Uber que tomamos en Sevilla. Es una playa de arena finísima, con dunas y muy agreste. Hay un espacio para aparcar sin coste fijo (las personas que cuidan los coches te piden una colaboración a voluntad).
La playa es inmensa y el agua transparente como la mejor playa del caribe. Casi sin oleaje a pesar de que había viento. Es algo fría, pero las tres nos bañamos sin dudarlo y la pasamos bomba!
A tener en cuenta: no hay árboles para refugiarse del sol, ni chiringuitos, ni socorristas. Procuren llevar suficiente agua, comida y sombrilla si van a pasar todo el día.
Nosotras habíamos comprado una bolsa térmica en el super, la llenamos de hielo y tuvimos bebida fresca unas cuantas horas.
Después del chapuzón, armamos nuestro picnic gourmet y agradecimos (una vez más) estar disfrutando de este entorno soñado.
Tarifa
Cuando comenzó a caer el sol, nos dirigimos hacia el último punto que queríamos conocer en el día: Tarifa, la ciudad europea más cercana a la costa africana.
El mozo que nos atendió en el restaurante La Fontanilla, en Conil, nos había recomendado que vayamos al Mirador del Estrecho al atardecer y eso hicimos.
Desde este punto se puede ver perfectamente la costa africana y la luz al caer el sol es impresionante. Todo se tiñe de dorado.
En Tarifa dejamos el coche fuera del casco antiguo, cerca de la Puerta de Jerez que es el antiguo acceso a la ciudad amurallada. Data de la época andalucí y conserva su arco y las torres.
Nuevamente nos invadió la sensación de estar en un set de filmación.
Tarifa tiene el encanto de un pueblo blanco, como Vejer de la Frontera, pero despojado del silencio.
Aquí el ritmo se siente más veloz, se escuchan platos, copas, gente conversando… Hay un montón de tiendas preciosas de souvenirs, ropa y artesanías mezcladas con bares y restaurantes.
Y en el medio, callejones que parecen detenidos en el tiempo. Es realmente hermoso de recorrer.
Estuvimos solamente un par de horas, suficientes para llenarnos las pupilas y la panza. Tarifa es famosa por su atún y justamente unos días antes se había celebrado la VIII Edición de la Ruta del atún, en donde muchos locales gastronómicos concursan con sus platos.
Nos sentamos (de casualidad) en uno que fue premiado: El Lola Bar. Nos gustó mucho, lamentablemente la comida no llegó a la foto 😛
Luego de cenar, emprendimos la vuelta al hotel. Al día siguiente debíamos madrugar para llegar temprano a Málaga y devolver el coche de alquiler. Eso se los cuento en la próxima entrada, junto con mis imprescindibles del viaje.
ALGUNOS DATOS ÚTILES:
• Hicimos la reserva del coche desde la web de Budget Argentina (https://www.budget.com.ar/), tenía los precios más convenientes, con todos los seguros aplicados, sin franquicia. Y se abona al retirar el coche en la oficina.
• Aunque no nos lo pidieron, es necesario tener una licencia de conducir internacional (salvo que tengas licencia de la UE). Pau la gestionó en el ACA (https://www.aca.org.ar/) y se la dieron en el momento.
• La web de turismo de Cádiz (https://www.cadizturismo.com/es) tiene información muy útil sobre los distintos pueblos gaditanos.
• Desde Tarifa salen ferrys diarios hacia Tánger (Marruecos). Se puede ir y volver en el día. Los horarios y precios dependen de la empresa que contraten. Recuerden llevar pasaporte si quieren cruzar de continente.
• Después de escribir este post, me escribió Luis de @cosasdecome y me dio algunos datos sobre el vermú de Jerez y el Barbadillo. Les recomiendo su revista gastro https://cadiz.cosasdecome.es/ que tiene info muy útil
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