El fin de semana fuimos a conocer un pueblo que tenía en la mira desde que llegamos a España.
Se trata de Patones, un reino medieval que se encuentra a sólo 60km de Madrid.
Leyeron bien. Puse reino.
Y es que Patones no sólo destaca por ser uno de los pueblos más lindos de Castilla, sino que además cuenta con una curiosa historia.
A principios del SXVI Patones era una zona olvidada perteneciente a Uceda.
Los vecinos, cansados de ser ignorados, decidieron elegir a uno de ellos y proclamarlo Rey.
El reinado duró hasta 1769, año en el que el propio Rey de España (Carlos III) falló a favor del Rey de Patones para que la ciudad fuese declarada autónoma de Uceda (lo que implicaba que la libraba de los impuestos de dicho municipio) 🙂
Los dos Patones
Hechas las presentaciones pertinentes, vamos a nuestro paseo.
Patones se divide en Patones de Abajo y Patones de Arriba. Entre ambos hay 2km de diferencia subiendo una cuesta.
Llegamos cerca de las 12.30. Dejamos el auto estacionado en Patones de Abajo, cosa que sinceramente recomiendo porque el área de estacionamiento arriba es muy pequeña y salvo que vayan muy temprano es complicado aparcar.
Subir por el sendero que separa ambos patones es muy ameno, rodeado de olivares, higueras y almendros. Puede ser algo intenso si no están acostumbrados a las cuestas, pero vale la pena. Si van con personas con movilidad reducida o cochecitos de bebé pueden tomar un bus.
Patones de Abajo tiene cierto encanto, pero está más urbanizado. Y claro, después de conocer a su hemano «de Arriba» es difícil darle lugar a una reseña viajera :/
Cruzar la entrada de Patones de Arriba es como atravesar un portal a otra época.
Callecitas de piedra que enmarcan casas de pizarra (material por el cual se lo ubica dentro de la ruta de pueblos de arquitectura negra en Madrid) y techos de teja.
En cada rincón sentimos que estábamos pisando un pedazo de historia.
Decidimos comer algo ni bien llegamos para evitar la hora «pico». Otro acierto, ya que cerca de las 14 la mayoría de los lugares estaban ocupados o con reserva.
Optamos por un vermut con huevos rotos en la Taberna Real y no dejamos de probar los torreznos (deliciosos)
Con la panza llena, nos dispusimos a caminar sin prisa por sus calles empinadas y disfrutar del paisaje.
Alejándonos un poco del casco histórico se pueden ver restos arqueológicos, entre ellos las famosas «eras». Son esplanadas de piedra que se usaban para trillar los cultivos. Hoy son una terraza ideal para tener vistas realmente espectaculares del pueblo.
Curiosidades
¿Sabían que Patones fue uno de los pocos lugares que no fue invadido por los franceses? Al estar en una colina, bastante escondido por las rocas, resultaba inaccesible para los invasores.
Otras perlitas que se pueden visitar son la Iglesia de San José y el lavadero.
La antigua zona junto a la fuente, destinada a la lavandería.
Casi terminando nuestro paseo (y de pura casualidad) nos encontramos con «La Ultima Estación» (Travesía del Ayuntamiento, 3, 28189 Patones, Madrid). Una tienda de delicatessen y souvenirs con una pequeña terraza donde disfrutamos de un café y unos bizcochos tradicionales riquísimos.
Dentro del local hay una maqueta con trenes eléctricos y casitas muy pintoresca. Además la atención fue super super amable!
Nos fuimos de Patones alrededor de las 17h con la promesa de volver pronto para recorrer más (hay varios senderos para hacer trekking).
Sin dudas Patones de Arriba es un pueblo encantado y si tienen oportunidad, merece la pena que lo visiten.
Abajo les dejo un videito resumen (pueden suscribirse al canal de Youtube 😉 )
Les gustó el paseo de hoy? Conocían este pueblo?
Hasta el próximo post!
Siempre
Marina
ALGUNOS DATOS Y RECOMENDACIONES
• Nosotros llegamos a Patones en coche desde Madrid (60km) por la A1 vía Torrelaguna, pero se puede llegar en bus. ALSA tiene servicios diarios hacia Patones. Pueden chequear horarios aquí > https://www.alsa.es/nuestros-destinos/regionales/comunidad-de-madrid
• En el casco histórico hay un montón de opciones gastronómicas. Nosotros tomamos un aperitivo en Taberna Real (Calle Real, 38, 28189 Patones, Madrid). Vermut rojo (x2) + huevos rotos + 2 torreznos + café= 21 euros
• La Ultima Estación (Travesía del Ayuntamiento, 3, 28189 Patones, Madrid) es un local que vende souvenirs, jabones y algunos productos gourmet. Tiene una pequeña terraza donde tomamos un espress (1 euro) y unos bizcochos de la zona (3 euros x 6 piezas)
• Patones es un destino ideal para hacer trekking/senderismo. Pueden chequear las distintas rutas aqui > https://turismo.patones.net/actividades/rutas/
• Curiosidad: en Patones se rodó parte de la serie » Gran Hotel», específicamente las escenas que correspondían a Cantaloa.
Mari, ya la tengo agendada para visitarla. Me encantan los datos para comer!! Gracias
Soy nueva en esto de los blogs, pero voy a intentar armar una fichita con los lugares y precios donde comimos y tomamos. Asi es más completa la info! 🙂
Genial me encanta
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