La semana pasada (del 24 al 26 de febrero) aprovechamos el puente de carnaval para conocer la ciudad universitaria española por excelencia.
Voy a ser sincera, elegimos el destino por pereza: queríamos visitar un sitio al que nunca hayamos ido y que quedase muy cerca de Madrid para ir en coche.
Y así… llegamos a Salamanca! Una ciudad que me impresionó tanto que quise escribir este post inmediatamente para no olvidar ningún detalle de esta gran escapada y con la esperanza de contagiarles mis ganas de volver pronto. Sigan leyendo, les aseguro que van a descubrir una verdadera joya castellana.
Poco más de 200km separan Madrid de Salamanca. Nosotros fuimos en coche pero se puede llegar en tren (Renfe tiene varios servicios diarios) o en autobús.
Es posible hacer una excursión en el día, aunque hay tanto para ver en la ciudad que vale la pena dedicarle al menos una noche. Además la iluminación nocturna de Salamanca está muy bien estudiada por lo que sus monumentos, puentes y calles cobran otra vida cuando cae el sol.
Nosotros salimos el viernes a las 10 de la mañana y tomamos la A6. Hicimos una parada en la ruta a la altura de Guadarrama para hacer unas fotos de la sierra nevada. La noche anterior había nevado copiosamente en Avila y el paisaje rutero nos regaló varias postales.
Muñeco de nieve y tentempié avilés mediante, llegamos a Salamanca cerca de las 14h para hacer check-in en el Hotel Vincci. Queda en las afueras de la ciudad vieja pero lo suficientemente cerca como para ir a pie. Fue una elección acertada. Las habitaciones son cómodas, cuenta con cafetería y restaurante propio y se puede aparcar en la puerta gratis.
Salamanca pertenece a la región de Castilla-León y sus orígenes se remontan a la Edad de Hierro. Está atravesada por el Río Tormes y fue testigo del paso de romanos, visigodos y otomanos.
____
Justamente un sello inconfundible de la ciudad es el puente romano, con sus arcos de piedra que vieron pasar 2000 años de historia.
El casco histórico está exquisitamente conservado. Casi toda la ciudad es peatonal, ideal para recorrerla con tranquilidad, perdiéndose en su callecitas.
Dedicamos toda la tarde a hacer fotos, tomar café y empaparnos de la vida salamatina. No desesperen que más abajo les dejo mis recomendaciones para comer y beber en Salamanca 😉
Al día siguiente, sábado, habíamos reservado un free walking tour con Paraguas Rojos que nos llevaría por los imprescindibles de la ciudad. Fue un recorrido de 1 1/2 h que resultó muy ameno. A Pedro le encantó y aprendimos muchísimo sobre los monumentos de la ciudad. Como parte del tour ingresamos a la Casa de las Conchas, donde actualmente funciona la biblioteca pública. La entrada es gratuita. Merece la pena.
Les comparto algunas fotos y datos curiosos de cada lugar.
Terminado el recorrido, pasamos por el Mercado Central de Salamanca (Pl. del Mercado, 0, 37001 Salamanca) para tomar un aperitivo. En Salamanca se produce el jamón de Guijuelo (DOP) considerado de los mejores del mundo. El mercado es un buen sitio para comprar raciones al vacío o probarlo junto con un vino en la barra de algún puesto (como fue mi caso).
Después del tentempié decidimos subir a las Torres de la Catedral Vieja (Ierónimus). Es una visita que vale la pena. Las vistas, tanto de la ciudad como del interior de la Iglesia son maravillosas.
Eso si, para acceder al campanario hay que subir por una escalera estrecha y empinada. A tener en cuenta si sufren de vértigo o claustrofobia.
En Salamanca conviven la Catedral vieja (de estilo románico) y la nueva (estilo gótico tardío). Esto se debe a que en el SXVI Fernando el Católico impulsó el proyecto de reemplazar la Catedral vieja por una más moderna y luminosa. Para evitar quedarse sin templo, se demolían sectores de una para que la otra avance.
En el SSVII viendo que el proyecto era demasiado ambicioso e interminable, se decidió dejar la obra como la vemos ahora.
Se pueden visitar ambas con un pase único de 6 euros. Nosotros no entramos porque priorizamos la subida a las torres, visitar la Universidad y Casa Lis.
Luego de comer, decidimos visitar el Edificio de Escuelas Mayores. Su fachada es realmente espectacular y pensábamos que el interior iba a deslumbrarnos del mismo modo. Sin embargo, más allá de su valor histórico (es la Universidad más antigua de España y la cuarta del mundo) nos decepcionó un poco la visita y el valor de la entrada nos pareció excesivo (10 euros por persona).
Antes de volver al hotel para ducharnos y prepararnos para la cena, entramos al Archivo General de la Guerra Civil. La entrada es gratuita y cuenta con material interesante de la guerra. En mi caso, me llamó la atención la exposición de afiches de la época, con una gráfica Art déco muy potente.
Qué son los «Vítor» de Salamanca?
Al recorrer Salamanca veremos camisetas y banderines en las tiendas de souvenirs con un anagrama conformado por las letras VICTOR.
Este símbolo identificaba a los alumnos de medicina que conseguían el título de doctor.
Con los años el Vitor se ha convertido en parte de la identidad visual de Salamanca. La tipografía serif de líneas elegantes, la S isabelina y las ligaduras de letras se extendieron a la señalética otorgándole un carácter inconfundible a la ciudad.
Cenamos en la Taberna de Dionisios (donde habíamos picoteado la noche anterior y nos había encantado). Nos gusta repetir sitios cuando estamos de viaje… creo que es una forma de apropiarse de los lugares… sentirse local, no creen?
Y esa decisión nos regaló una perlita: charlando en la barra con unos charros (asi le dicen a los originarios de Salamanca) nos recomendaron desayunar en un lugar típico de la Plaza Mayor.
Siguiendo la recomendación de nuestros guías locales, el domingo nos levantamos temprano y fuimos a desayunar a la cafetería «Las Torres». El lugar estaba lleno!
Pedimos una «raqueta a la plancha» y una tosta de jamón para empezar el día como auténticos salamatinos 🙂
No podíamos regresar a Madrid sin conocer Casa Lis. Una casa museo dedicada al art deco y nouveau que se encuentra sobre la antigua muralla de la ciudad.
El edificio es increíble, con unos vitrales y un patio central que dejan sin aliento.
No se pueden tomar fotos ni filmar en el interior, excepto en el café. Yo no sabía de este detalle por lo que hice algunas imágenes antes de que «me regañaran».
Más allá de la estructura del palacete, las colecciones de jarrones, abanicos, muñecas y porcelanas son increíbles. Recomiendo fervientemente la visita.
Y así concluye nuestro recorrido por Salamanca. Una ciudad que, sea por pereza o por designio del universo deberían elegir como imprescindible si vienen a Madrid.
Sigan leyendo si quieren pinear nuestro recorrido, los recomendados para comer y beber y algunas perlitas que les pueden interesar.
Hasta la próxima! Marina
Dónde comer en Salamanca
Como digo siempre, parte de viajar es conocer nuevos sabores. Yo creo que la cultura también se transmite por la barriga! ja!
Aquí van mis recomendados de Salamanca.
• LA TABERNA DE DIONISIOS: Llegamos por recomendación del recepcionista del hotel y fue un acierto total!
Esta taberna tiene más de 20 años de historia y es frecuentada principalmente por locales.
Se especializa en tapas y raciones. Fuimos 2 veces (porque sólo estuvimos 2 días ja!) y probamos varias de sus opciones. Todas deliciosas! El plus? El personal es MUY MUY amable. Predispuestos a recomendar y a Ger, que es vegetariano, le armaron tostas especiales con distintos ingredientes de la carta. Además los precios son muy ajustados.
https://tabernadionisos.com/
C. Íscar Peyra, 16, 37002 Salamanca
• LA JAMONERIA DE CARMEN: Fue nuestro elegido para la comida del sábado, luego de la subida a las torres.
Tienen platos tradicionales, raciones y tapeo. Nosotros probamos los huevos rotos con jamón, las croquetas y las carrilladas. Todo delicioso!
http://www.jamoneriadecarmen.com/cafeteria-restaurante
C. Brocense, 2, 37002 Salamanca
• BAMBU: Este restaurant fue otra de las recomendaciones del chico del hotel.
Tiene un ambiente mucho más elegante y la propuesta es más moderna y minimalista (tanto en concepto como en tamaño). Pedimos la croqueta, el huevo trufado, patatas bravas, pincho moruno y un postre. La cocina es exquisita y original. Los precios son bastante más elevados que las opciones anteriores.
http://www.bambubrasas.com/
C. del Prior, 6, 37002 Salamanca
• EL CAFE DE LIS: Dentro de Casa Lis hay una cafetería a la que se accede unicamente si adquieren la entrada al museo. Es un lugar precioso con vistas al Río Tormes y los precios son normales.
http://www.restaurantelis.es/visita-virtual.htm
• LAS TORRES: En plena Plaza Mayor, esta cafetería es la elegida por los salamatinos para el desayuno de fin de semana. Tienen churros con chocolate, bollería y sus famosas tostadas con jamón. El desayuno típico consiste en café y raqueta a la plancha (un bollo dulce, con pastelera sellado en la plancha)
Pl. Mayor, 26, 37002 Salamanca
Curiosidades de Salamanca
Además de ser conocida por su Universidad (la más antigua de España), Salamanca cuenta con mogollón de datos curiosos.
• Las bases del calendario gregoriano que utilizamos actualmente (dividido en días, meses y años) fueron debatidas entre los pensadores salamatinos en el SXVI.
• En el frente del edificio central de la Universidad hay una ranita escondida sobre una calavera. Dicen que los alumnos que la encuentran tendrán suerte en los exámenes. Por eso verán souvenirs de ranitas por toda la ciudad.
• Si viajan con niños, no dejen de pasar por la oficina de turismo para pedir el folleto infantil. Tiene una búsqueda de tesoros y relatos amenos para los más chicos.
• La plaza Mayor de Salamanca es realmente impresionante por sus dimensiones y ornamentación (me atrevo a decir que, de las que conozco, es la plaza más bonita de España) Al costado de cada arco hay 80 medallones que conmemoran a figuras importantes de la historia española. Sólo uno está ocupado por una mujer: Santa Teresa de Jesús, nacida en Avila. Y dos medallones no tienen figura: uno pertenecía a Franco y fue eliminado bajo la ley de Memoria. El otro fue vandalizado.
• Si observan con detenimiento la Casa de las Conchas notarán que en parte inferior no hay ornamentos. Esto se debe a que circulaba una leyenda que decía que debajo de una de las conchas se escondía un tesoro. Durante años la gente removía las piezas que estaban a su alcance en busca del mismo.
• Un plato típico de Salamanca es el hornazo: un pan relleno con embutidos y queso que se come especialmente después de la cuaresma.
• Aunque hacer shopping no esté en sus planes, les recomiendo que visiten la tienda de Zara de Calle del Toro (C. Toro, 58-62, 37002 Salamanca). Es un antiguo convento que se rehabilitó conservando y potenciando la estructura original.